Cabeza retrato del Emperador Augusto
Tarento, esquina entre F. Di Palma y via Pupino | Primera mitad del siglo I d.C.
El emperador Augusto está representado con la cabeza cubierta por una orla del manto (Cabeza velada), señal típica de la cultura romana, ligada a las pietas religiosas. El rostro, severo pero con una juventud clasicista, se caracteriza por el peinado típico de “Prima Porta”, adoptado en Roma en el año 27 a.C.
El retrato, fechable por su estilo en la edad de Julio-Claudio, se relaciona con una serie de estatuas togadas y retratos diversos que se encontraron en el antiguo foro romano, ubicados en zonas distintas no adyacentes debido al abandono de los edificios públicos de la ciudad en la antigüedad tardía. Los retratos, todos velados, que representan a Claudio y a un príncipe Giulio-Claudio además de otros de la colección Capece Latro, probablemente pertenecían a un ciclo único de retratos del período de Claudio y Calígula expuestos dentro de un edificio público del foro.